sábado, 16 de marzo de 2013
Memorias del gueto de Varsovia
El Gueto de Varsovia fue el más grande de todos los establecidos en la Europa ocupada por los nazis durante la II Guerra Mundial. En 1940 se cercó una extensión de poco más de 3 Km2 para recluir a la población judía de Varsovia y sus alrededores, unos 400.000. Fueron tres años de hambre, enfermedades, deportaciones al campo de exterminio de Treblinka… que culminaron con el levantamiento del gueto. En mayo de 1943, tras sofocar el levantamiento los nazis, el balance era desolador… más de 300.000 judíos habían muerto.
Dentro del gueto de Varsovia el historiador judío Emanuel Ringelblum creó el grupo Oyneg Shabat
(la alegría del día de descanso) formado por científicos, escritores,
dibujantes, rabinos… con la única intención de contar el día a día en el
gueto; una crónica de sociedad de la reclusión y las miserias sufridas
para, una vez terminada la guerra, escribir un libro. Reunían la
información que todos les proporcionaban y con ella elaboraban informes,
ensayos, dibujos…. Además, uno de los deportados al campo de Chelmno, Yacob Grojanowski,
consiguió escapar y regresó al gueto donde describió con todo detalle
todas las atrocidades que había visto. Se elaboró un informe detallado
y, a través de la resistencia polaca, se hizo llegar a Londres donde fue
publicado como el informe Grojanowski. Aumentaban las deportaciones a los campos y la muerte, por enfermedades o hambre, se adueñaba del gueto… las expectativas de poder salir con vida de allí se iban diluyendo.
Así que, se olvidaron del libro y decidieron esconder toda la
documentación enterrándola en 3 latas de leche y 10 cajas metálicas por
todo el gueto… el mundo debía conocer aquel horror. A fecha de hoy se han localizado las 10 cajas metálicas y 2 latas de leche.
Tras el levantamiento del gueto, casi todos los miembros del grupo
fueron asesinados, pero Ringelblum y su familia consiguieron escapar y
estuvieron escondidos casi 2 años. Cuando fueron descubiertos por los
miembros de la Gestapo, ejecutaron a toda la familia y… a la que les
había dado cobijo. Fuente: Historias de la historia
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